Plátano de Canarias es una marca institucional bajo la cual se comercializan los plátanos o bananas cultivados en las Islas Canarias que suponen, a su vez, la práctica totalidad del cultivo y producción de esta fruta en España.
El cultivo del plátano comenzó en el sudeste asiático, entre la India y Malasia; en el siglo V pasaría al continente africano procedente de Madagascar y de ahí se extendió por las costas del Mediterráneo, ya en siguiente milenio.
A Canarias llegó procedente de Guinea Ecuatorial introducido por expedicionarios portugueses.
La Historia considera que, una vez el cultivo se asentó con éxito en las islas, los españoles lo introdujeron en tierras americanas en los viajes de colonización al Nuevo Mundo.
El nombre de híbrido Musa × paradisiaca L. se suele utilizar para designar a todas las variedades y cultivares.
Debido a estos condicionantes, el Plátano de Canarias es cultivado en todas las islas salvo en Fuerteventura donde no existen plantaciones.
Los racimos son cortados de la planta justo antes de su maduración para proceder a su calibración, selección, despiece, empaquetado y etiquetado, procesos todos estos realizados de forma manual y que permiten que la fruta llegue en perfectas condiciones para su venta y su consumo final en aproximadamente dos semanas desde su recolección.
Fue implantada por compañías británicas que controlaban su producción y exportación al continente europeo, principalmente a Gran Bretaña.
Ya en la década siguiente, Gran Canaria experimentaba un mayor dinamismo en su sector frutero gracias a las iniciativas comerciales de Alfred Lewis Jones, director de la compañía carbonera Grand Canary Coaling Co.
[8] No obstante, en cuanto a producción, el plátano es el primer cultivo de las islas con 417.968 toneladas cosechadas en ese mismo año, siguiéndole el tomate destinado a la exportación (214.224 Tn) y las papas, de las que se recogieron 111.772 Tn en 2004.
Su importancia en la producción agrícola del Archipiélago es tal que un 22,15% de sus cultivos agrícolas están vinculados al plátano, siguiéndole los dedicados al tomate de exportación que representa un 16% del total.
Ello es debido, en parte, a factores económicos (entre ellos la implantación del mercado único europeo), urbanísticos, sociales y a la rotación por otros cultivos, nuevos o en expansión, con menor necesidad de recursos.