Las variedades más simples son la pizza bianca (masa sola), la pizza rossa (con tomate) y, por supuesto, la clásica margarita.
La pizza al taglio ofrece diversas combinaciones con sus ingredientes que pueden ser alcachofas, espárrago, berenjena, carne picada y rodajas de cebolla, patata, prosciutto, salami, pedazos de salchichas, champiñones picados y aceite de oliva, calabacín.
[2] La pizza al taglio admite tanta variedad de ingredientes que puede decirse que hay cientos de combinaciones regionales al gusto de los locales.
Esta variedad es muy popular en Italia, ya que fue desde sus comienzos una forma muy popular de poder alimentarse de forma rápida y barata.
Se puede decir que su variedad es uno de los secretos que han hecho de la pizza un alimento global, adaptado a múltiples culturas.