Otros escritores sensacionalistas como Hartwig Hausdorf (que aventuró que estaba construida por extraterrestres) y Phillip Coppens hicieron mucho para llamar la atención sobre esta pirámide en Estados Unidos y el resto del mundo occidental.
Los científicos conocían en occidente estas pirámides mucho antes de que la prensa se fijase en ellas en 1947.
[2] Se han publicado trabajos de los exploradores Fred Meyer Schroder y Oscar Maman que datan del viaje en 1912.
También Victor Segalen había visitado China en 1913 y escribió sobre la tumba del Primer Emperador –y otros túmulos de la región– en Mission Archeologique en Chine (1914): L'art funeraire a l'epoque des Han.
En consecuencia, las pirámides posteriores, pertenecientes en su mayoría a la dinastía Han, supusieron un considerable castigo para la economía imperial, y se erigieron en foco de abundantes revueltas.
No obstante, durante esta dinastía muchas pirámides fueron aprovechadas para crear fortificaciones defensivas contra las frecuentes invasiones de los hunos.