Su taxonomía es un tema debatido en ornitología, pues algunos consideran como una sola especie a una serie de poblaciones morfológicamente diversas entre sí que se distribuyen por América del Norte, México y Guatemala, mientras que otras opiniones las juzgan como dos, tres, o cuatro especies diferentes.
En México existen dos variedades autóctonas, que suelen ser consideradas a nivel de subespecie o especie: P.
La hembra mantiene el mismo patrón, pero es menos oscura en las partes superiores.
Adicionalmente, este morfo se hibrida en México con el rascador pinto collarejo (P. ocai).
Habitan áreas ricas en vegetación arbustiva, como bosques abiertos, ecotonos, chaparrales, matorrales y también jardines de ciudades.