Pinilla del Valle posee un clima típico de montaña, con inviernos fríos y veranos templados.
En el piso superior aparecen los robledales y los pinares que sirven de frontera entre las dos Castillas.
Cada verano se abre al público el recinto para presenciar las labores de excavación, codirigidas por Juan Luis Arsuaga, Enrique Baquedano y Alfredo Pérez.
Debió realizarse por caballeros segovianos y estar culminado en el siglo XIV.
Allí se le caracteriza como realengo perteneciente a Segovia y una población de 70 vecinos.
En el siglo XIX, en 1833, se culmina el proceso de nueva división provincial y judicial del territorio nacional.
A mediados del siglo XIX, el lugar contaba con una población censada de 300 habitantes.
El número de habitantes aumenta ligeramente hasta la mitad del siglo para empezar a descender, en un éxodo constante, en un proceso que no se detiene hasta los años 80.
En esos días se organizan concursos, rutas para conocer los alrededores del pueblo y el mercadillo medieval, que es la atracción turística más importante de la feria.
La ofrenda a San Pablo se celebra el 25 de enero con una merienda popular y actos religiosos.