Pies secos, pies mojados
La política de inmigración de cubanos a los Estados Unidos se rige desde 1966 por la Ley de Ajuste Cubano, que esencialmente dice que cualquier persona que salió sin autorización de Cuba y entró a los Estados Unidos (incluyendo sus aguas continentales) estaría autorizada a obtener la tarjeta de residencia permanente un año después.Desde entonces, los cubanos detenidos en las aguas entre las dos naciones (con «pies mojados») serían enviados de regreso a Cuba o enviados a un tercer país, mientras que los que llegaran a la costa («pies secos») tendrían la oportunidad de permanecer en los Estados Unidos y más tarde postular a la residencia permanente legal, de acuerdo a la Ley de Ajuste.[2], al igual que iban a ser devueltos todos los cubanos que intentarán permanecer de manera irregular en Estados Unidos a partir del 12 de enero, junto a esto Cuba decidiría qué personas podían ser elegibles para no quedarse en el país que se encontraban[3].La medida se tomó en un acuerdo entre ambos países firmado en La Habana ese mismo día, en el que el gobierno cubano también accedió a aceptar el retorno de los ciudadanos cubanos que participaron en el Éxodo del Mariel de 1980.[4].[5] Tras el inicio del Deshielo cubano en 2014, el fin de la política se había vuelto previsible, lo cual condujo a un aumento en el número de inmigrantes cubanos.