Tras haber estudiado teología y derecho en Francia, Bohemia y Turín, fue nombrado consejero en el Parlamento de Burdeos en 1582.
En 1588, contrajo matrimonio con una sobrina-nieta de Montaigne.
En 1609, De Lancre fue enviado a la villa de San Juan de Luz, en el vizcondado de Labort, para dirigir por orden del rey una comisión que debería “purgar el país de todos los brujos y brujas bajo el imperio del demonio”.
Pierre de Lancre destacó por su intransigencia religiosa y misoginia criticando en sus obras con dureza las costumbres de las gentes del Labort y su cultura, como las relacionadas con el baño que describía como “...esa mezcla de chicas mayores y jóvenes pescadores que se divisan en la costa vestidos de lacayos pero desnudos por debajo, entrelazándose con el oleaje...”.
A pesar de los acontecimientos, en 1612, fue nombrado miembro del Consejo de Estado y consejero del rey.