La picana eléctrica es un instrumento de tortura utilizado en algunos momentos históricos por la policía y el ejército en Argentina y en algunos países de Sudamérica.Según el historiador Felipe Pigna, la hija de Polo Lugones, Pirí Lugones, fue torturada con la picana que su padre inventó.[1][2] La picana da golpes de corriente o descargas sostenidas en contacto con el cuerpo y sus efectos en las partes más delicadas (genitales, dientes, mucosas, pezones, etcétera) son devastadores.[3] Ampliamente utilizada por los grupos de tareas del autodenominado Proceso de Reorganización Nacional, la dictadura militar que gobernó Argentina desde 1976 a 1983, los testimonios acerca de su utilización y efectos físicos y psicológicos están ampliamente recogidos en el informe Nunca más.Pese a que la electricidad fue usada como método de tortura durante todo el siglo XX, más allá de Argentina y países aledaños como Chile y Bolivia, no existen registros del uso de la picana eléctrica en otras partes del mundo.