La actual Piazza Jacopo della Quercia constituye su continuación ideal, donde se debería de haber construido el "Duomo Nuovo".
Además del célebre edificio religioso, aquí se sitúa el museo de Santa Maria della Scala.
Toda la platea apiscopis se incluyó en la primera cinta de murallas altomedievales, que pasaba más o menos por la actual Via del Fosso di Sant'Ansano, es decir, por detrás del museo de Santa Maria della Scala.
Con la construcción de la catedral, iniciada en el siglo XIII, la plaza adquirió su conformación actual, que se hizo definitiva en siglo XVII, cuando se demolió el antiguo palacio obispal del siglo XI, liberando el lado derecho de la catedral, mientras que en el lado norte se demolió la logia que unía la antigua rectoría a la catedral.
Su antiguo prestigio se refleja en la rica decoración del complejo, convertido actualmente en museo.