En aquella época, Proust había muerto hacía poco (en 1922) y los tres últimos tomos de su monumental obra, La prisionera, La fugitiva y El tiempo recobrado, publicados de manera póstuma, se habían editado recientemente, respectivamente en 1923, 1925 y 1927.
Todavía no gozaba del reconocimiento y la admiración, ni su obra era canonizada (aún no se había publicado en la colección de la «Bibliothèque de la Pléiade»).
Sin embargo, ninguna de estas publicaciones eran ediciones científicas: se contentaban con reunir algunas cartas de Proust, con un rigor a menudo discutible (orden cronológico dudoso, pasajes modificados) y sin ningún aparato crítico.
El resultado es la edición de la Correspondencia de Marcel Proust, editada entre 1971 y 1993 por la editorial francesa Plon bajo la dirección del solo Philip Kolb, y publicada en 21 volúmenes.
En total, comprende unas 10.000 páginas, correspondientes a unas 5.000 cartas escritas entre 1880 y 1922.