Las aletas pectorales están conectadas parcialmente hasta la mitad y esta área membranosa tiene uno o más puntos oscuros que parecen ojos.
Su cuerpo está engalanado con líneas alternadamente rojas, blancas y cafés.
Es solitario y es más probable encontrarlo en el fondo acuático nadando lentamente.
Durante el día se esconde en las grietas y debajo de rocas o de formaciones coralinas y por las noches caza.
Estas picaduras pueden provocar dolorosas heridas a buzos, mientras que la toxina que inocula puede causar parálisis respiratoria humana, insuficiencia circulatoria, y fiebre.