En los peces, los híbridos mayormente se producen por cruces entre dos especies del mismo género, sin embargo, se han acumulado numerosos casos de peces híbridos intergenéricos.
En estos casos, la ventaja puede relacionarse a distintos factores: una tasa de conversión del alimento más eficiente acompañado por un ritmo de crecimiento acelerado, un tamaño a faena mayor, una calidad de la carne superior, una mejor resistencia a un factor limitante de una (o ambas) de las especies parentales (al frío, al calor, a la salinidad, a las enfermedades, etc.), una mayor tolerancia al mantenimiento en densidades elevadas, una menor agresividad interindividual, etc.[5][6][7] En cíclidos, se crían tilapias híbridas, productos del cruce entre especies del género Oreochromis: la tilapia del Nilo (O. niloticus), la tilapia de Mozambique (O. mossambicus) y la tilapia azul (O. aureus);[8][9] Con Characiformes, se produce carne masivamente empleando la cachama híbrida (tambatinga o tambacú),[10] producto del cruce intergenérico entre la cachama blanca o tambaquí (Piaractus brachypomus) y la cachama negra o pirapitinga (Colossoma macropomum),[11][12] en este caso, a pesar de la mayor lejanía del parentesco el cruce del híbrido con sus especies progenitoras es viable.
[17] En los trópicos, en muchos casos estos cruces son intergenéricos, como es el caso del cruce entre Leiarius marmoratus y Pseudoplatystoma metaense;[18] o los productos conocidos como pintado amazónico o yaque pintado (Pseudoplatystoma fasciatum x Leiarius marmoratus),[19][20][21] chorrosco (P. fasciatum x Pimelodus blochii),[22] cachapira —cachara (Pseudoplatystoma fasciatum) x pirarara (Phractocephalus hemioliopterus)—, así como los cruces de Calophysus macropterus x Leiarius marmoratus, C. macropterus x Pimelodus blochii, C. macropterus x Pseudoplatystoma fasciatum, etc.[23] Los híbridos ícticos pueden darse en ambientes silvestres de manera completamente natural.
[27] Frecuentemente, peces híbridos naturales son asociados a especies desconocidas o muy raras, incluso en muchos casos han sido descritos como nuevas especies,[28] hasta que, tiempo después, se demuestra que su rareza es el resultado de su origen híbrido.
[38] Un suceso de este tipo en España ocurre entre varios ciprínidos ibéricos,[39][40] como es el caso del cruce intergenérico del introducido alburno (Alburnus alburnus) con los nativos calandino (Squalius alburnoides) y cacho (S.
[44][45][46] Un caso grave es el producido por el cruzamiento para producción acuícola de dos especies del género de grandes siluriformes Pseudoplatystoma, los surubíes pintado (Pseudoplatystoma corruscans) y atigrado (P. reticulatum), dos especies que se mantuvieron genéticamente aisladas, aunque convivían en los mismos ríos de la cuenca del Plata.