Es un pájaro de pequeño tamaño, completamente negro y sin diferencias claras entre sexos.
Es un ave confiada y activa que se desplaza volando pequeñas distancias.
Entre estos dos ornitólogos, hubo una fuerte competencia a la hora de nombrar especies.
Al final el nombre del género fue el que propuso Hutton, pero como autoridad de la especie quedó Buller.
[5] No tiene descrita ninguna subespecie,[7][8] algo normal dada su pequeña área de distribución.
No existe dimorfismo sexual, aunque la hembra es de un tamaño ligeramente menor.
[1] Es una especie casi por exclusiva forestal, aunque también se puede encontrar en zonas de matorral.
Caza invertebrados que componen casi por completo su dieta: orugas, arañas, escarabajos, wetas, áfidos, etc. Se alimenta en el suelo, buscando entre la hojarasca, por lo general saltando mientras lo hacen y raramente en vuelo.
Si caza presas de gran tamaño, como las wetas, primero las golpeará contra objetos sólidos para quitarles las patas.
[10][4][3] Su esperanza de vida se estima en unos cuatro años, aunque un ejemplar llegó a vivir catorce.
Pone una puesta al año, aunque en ocasiones pueden llegar a sacar adelante dos.
La hembra normalmente comienza construir entre dos y tres nidos, aunque solo termina uno.
[3][11] La petroica de las Chatham cuenta con una serie de características que la hacen especialmente sensible y vulnerable a las amenazas a las que se enfrenta y se enfrentó.
[10][11] El manejo intensivo de la especie terminó en 1989, pero sus poblaciones siguen siendo monitoreadas anualmente.
[1] En el futuro se espera poder reintroducir la especie en las islas Pitt, Chatham y Pequeña Mangere, aunque todas ellas presentan retos, como la presencia de roedores en las dos primeras (que ya frustraron un intento de reintroducción en Pitt) y el difícil acceso y reducido tamaño de Pequeña Mangere.
[1] La competencia con otras aves, como el introducido estornino común o el nativo rascón weka es una amenaza seria, ya que, por ejemplo, los estorninos atacan frecuentemente los nidos de la petroica y se alimentan de sus pollos.
[1] A nivel genético, el que durante mucho tiempo su población haya tenido un tamaño muy pequeño y de que toda la población actual provenga de una única hembra parecían plantear un problema a su supervivencia (cuello de botella), pero parece que a pesar del empobrecimiento genético, la especie es viable en este sentido.
[16] Aunque ha habido casos de hibridación con la petroica carbonera de las Chatham (Petroica macrocephala chathamensis), su incidencia ha sido escasa y no se considera un riesgo para la especie.