Era hijo de un comerciante de telas londinense, uniéndose al negocio familiar.
En octubre de 1728, Collinson le escribe a Sir Hans Sloane, presidente de la Royal Society, acerca de extraños sucesos que tuvieron lugar en Kent y el 7 de noviembre de 1728 es propuesto a ser electo miembro de la sociedad (que se hizo efectivo a partir del 5 de diciembre del mismo año).
Collinson comercializaba sus telas a los estadounidenses, y a su vez obtuvo de sus contactos comerciales: semillas y plantas.
Así comenzó a entender que esas importaciones representaban una fuente potencial de ganancias y así comenzó a importar especímenes botánicos de EE. UU.
Forjó amistades con científicos famosos como Sir Sloane, Carlos Linneo, y Benjamin Franklin.