[3][4] Benenson recibió su primera educación con un tutor, el poeta W. H. Auden.
Inmediatamente escribió un artículo al editor del periódico, David Astor, y el 28 de mayo de ese año se publicó bajo el título “Los presos olvidados”.
En esa carta instaba a los lectores de todo el mundo a que escribiesen misivas expresando su apoyo a los estudiantes con el fin de conseguir la excarcelación de los reclusos, a los que denominó "presos de conciencia": personas encarceladas por sus convicciones políticas, religiosas u otros motivos de conciencia, que no han recurrido a la violencia ni propugnado su uso.
Lo que empezó como un acto puntual pronto se transformó en un movimiento internacional de carácter permanente.
Al cabo de un año, la nueva organización ya había enviado delegaciones a cuatro países para elevar protestas en favor de varios presos y se había hecho cargo de 210 casos.