Petardo (arma)

Se afianzaba por la boca o lado mayor a una gruesa plancha también de bronce, por la que después de cargado se sujetaba a la puerta de una plaza, a un puente levadizo, a una barrera, etc. Se le daba fuego por medio de una espoleta que se introducía a fuerza de mazo en el fogón a fin de hacerlas saltar con la explosión.

El petardo se cargaba con doble pólvora apisonada de la que contendría si estuviese sin comprimirla, tapándola con unos gruesos cartones y una cubierta de madera del mismo tamaño de la boca.

Sobre esta, se colocaba una cama de estopas y pez y se cubría el todo con un fuerte lienzo encerado.

También servían los petardos en las contraminas para penetrar y romper os ramales y galerías del contrario y ventarlas.

Diccionario militar español-francés, Federico Moretti, 1832