Peste Noire lanzó tres demos («Aryan Supremacy» en 2001, «Macabre Transcendance» en 2002 y «Phalènes and Pestilence - Salvatrice averse» en 2003) y una colaboración junto a Sombre Chemin en sus primeros tres años de existencia.
Solos endiablados, guitarras chirriantes, medios-tiempos depresivos y pasajes acústicos fusionados con un único fin, Famine consigue que todos estos recursos musicales tiren en una misma dirección.
También aparecen poemas de Charles Baudelaire, los que dan nombre a «Spleen» y «Le Mort Joyeux».
La producción es mínima, acorde con los cánones del género, pero lejos de ensuciar el sonido del álbum, lo completa, y se amolda como un guante a esa sensación de belleza decadente que transmite.
El lado A contiene cuatro canciones en vivo que fueron regrabadas para «Folkfuck Folie».
Famine también utilizó como una introducción a la canción epónimo del álbum un extracto radio de Antonin Artaud e irónicamente, asegura que «sólo los que padecen de una enfermedad mental pueden soportar «Folkfuck Folie» en su totalidad».
En este disco Peste Noire pasa de la crudeza a ritmos que se ven influenciados por elementos post-rock e incluso avant-garde.
Pasajes de desolación y rencor, mezclados con ambientes medievales, van acompañados de otra gama de opciones: trombón, acordeón («Casse, Pèches, Fractures et Traditions»), tarro, sonidos electrónicos («Cochon Carotte et les sœurs Crotte»), blast-beats, momentos acústicos y voces femeninas por Audrey Sylvain (Amesoeurs) («J’avais rêvé du Nord»), ambientes urbanos y rurales, etc.
Las temáticas que tratan en las letras están cargadas de crítica hacia la modernidad.
Famine ha vuelto a dejar las cosas claras con un disco que, si bien al principio cuesta digerirlo, finalmente acabará degustándose perfectamente, dejando un buen sabor de boca si al oyente le gustan los sonidos metálicos menos convencionales.
El último álbum «Ballade cuntre lo anemi Francor» es una obra original y personal de «black metal rancio francés».