Está especialmente diseñada para intentar proteger los derechos de los chimpancés, orangutanes y restantes grandes simios.
Cabe esperar que dicha brecha comience otorgando personalidad jurídica a las especies más próximas genéticamente de los humanos, como los chimpancés comunes y los bonobos, así como a los restantes grandes primates: orangutanes y gorilas.
Si a estos animales les fuera concedida esa figura jurídica, no podrían ser vendidos, mantenidos en zoológicos públicos ni privados, y los ejemplares que hoy se mantienen en reclusión deberían ser trasladados a santuarios en semilibertad para que vivan allí con otros de su especie, sin el estrés que mantienen en el tradicional cautiverio, donde suelen padecer recintos inadecuados, en muchos casos en soledad o sin pareja reproductiva.
En la Argentina fueron presentados cuatro habeas corpus en los tribunales provinciales de: Córdoba, Entre Ríos, Río Negro y Santiago del Estero.
[9] En España la entidad que lo promueve es la ONG internacional “Proyecto Gran Simio” —“Great Ape Project”— (PGS).
La principal propulsora en abogar por los derechos de los grandes simios promoviendo este principio es la ONG estadounidense Nonhuman Rights Project.
Su presidente, el abogado Steve Wise, presentó varios recursos ante los tribunales del estado de Nueva York.
Gracias al planteo judicial fue pasado a ser tratado como persona jurídica por lo cual automáticamente se extinguió su categoría de esclavo y fue declarado libre.
[1] Ese abogado planea para el año 2016 expandir las demandas para intentar salvaguardar a ejemplares cautivos de otras especies tradicionalmente consideradas como "animales más inteligentes", por ejemplo orcas, delfines, elefantes y algunas especies de loros.