Península de La Isleta

Además de los procesos eruptivos, se aprecian distintos niveles marinos y escarpados acantilados producto de la erosión, que brindan una morfología costera muy variada.

Con el paso del tiempo, en el fondo del canal se fueron acumulando restos inertes de fauna marina (lumaquelas y ostreidos, principalmente) que se fueron sedimentando y, posteriormente, cementando, lo que conllevó a la consolidación por acumulación de arenas arrastradas por las corrientes marinas.

Hasta mediados del siglo XIX el campo dunar se conservaba prácticamente intacto, tal y como se reflejaba en planos de la época, pero la expansión de la ciudad fue provocando su deterioro progresivo hasta desaparecer en su práctica totalidad.

Es objeto de protección el paisaje desértico, las estructuras geomorfológicas y sus cantiles y las plataformas costeras que se encuentran dentro de su perímetro del espacio.

Un sector del paisaje, aquel donde se concentran los conos más importantes (alineación norte) y una porción del malpaís que desde los cráteres se extiende hacia el sur, están considerados área de sensibilidad ecológica debido a su alto valor natural y paisajístico.

Barrio de Las Coloradas.