[1][2] Aunque su origen se remonta a la tradicional peineta española, el peinetón derivó en un tocado completamente diferente, tanto por sus características físicas como por los significados simbólicos que envuelven su uso.
[5][6] Se fabricaban normalmente con carey, aunque también era común el asta,[7] más barato, sobre todo cuando el primero escaseaba.
[3] El carey se importaba en piezas o planchas, que los artesanos cortaban, fundían, calaban, cincelaban y pulían en los talleres de la ciudad, y a veces también se estampaban e incrustaban.
[2][1] El desarrollo de la moda tuvo lugar principalmente durante el gobierno del federal Juan Manuel de Rosas, época en la que la indumentaria se codificó cada vez más para demostrar la adhesión política al régimen.
[3][8] El peinetón tuvo un gran impacto en la sociedad porteña de la época, lo que derivó en una intensa producción literaria, gráfica, artística y periodística tanto a favor como en contra de lo accesorio.