El Pegaso Z-102 es un automóvil deportivo creado por la extinta empresa española ENASA, fabricado desde 1951 hasta 1958.
Fue diseñado por el ingeniero, también español, Wifredo Ricart; con la intención de ser usado como estandarte publicitario a nivel internacional.
[3] Wifredo Ricart volvió a su Barcelona natal tras la Segunda Guerra Mundial, huyendo de Italia, por estar sus fábricas destruidas y las empresas sin dinero.
[7] En una entrevista, Celso Fernández interpretó la venta a pérdida del modelo de otra manera, expresando que con el Z-102 se salió ganando ya que hubiera costado más tiempo y recursos animar la industria automovilística del país sin este modelo.
Está construido en acero plegado y soldado, formando un conjunto de gran rigidez.
La cuna del motor está formada por dos vigas superiores y otras dos inferiores de acero perforado unidas por chapa.
La zona del habitáculo es la más débil, con un suelo sostenido por el árbol de transmisión y dos vigas laterales también perforadas; aunque esto no sería un problema pues la carrocería añadía mucha fuerza a esta zona, especialmente si era coupé.
De este conjunto partían dos semiejes articulados como en una suspensión independiente, pero unidos por un ligero eje rígido que basculaba sobre dos ejes oscilantes anclados por detrás al "cajón".
Como característica común a todos, que es destacable para la época, las válvulas de escape están refrigeradas por sodio líquido.
[1] El motor original era un V8 a 90° con lubricación por cárter seco y 4 árboles de levas en total.
Era posible elegir entre uno, dos o cuatro carburadores de doble cuerpo Weber en posición invertida.
[1] El encargado de diseñar su carrocería fue Medardo Biolino, pero a pesar de conseguir un buen resultado con el diseño, su construcción en acero, voluminosa y pesada interfería negativamente en las prestaciones del automóvil.
[1] Después, se pensó en que fuera vendido como chasis para ser carrozado más tarde por una empresa externa.
Anderloni fue un gran amigo de Ricart cuando este trabajaba en Italia para Alfa Romeo.
Esta compañía carrozó un total de 45 chasis con su carrocería estándar, y unos pocos prototipos.
Cabe destacar la exclusiva versión Thrill; supuestamente encargada por Francisco Franco como regalo para Eva Perón.
[10] También el dictador regaló otra unidad de Berlineta al presidente luso.
[1] Estas tres últimas unidades fueron las denominadas Z-103, con un motor nuevo y más potente montado en el mismo chasis.
Hubo hasta 30 carrozados diferentes entre los que elegir, 3 motorizaciones distintas, volante a la izquierda o a la derecha, distintas configuraciones de frenos, transmisiones o carburadores, además de los utilizados para competición y la exclusiva versión Z-103.
Poco después se comprobó que en ese último lote de bujías instaladas había dos defectuosas que se dañaron y dejaron caer el electrodo dentro de los cilindros, dañándolos irremediablemente.
Ante tal situación se decidió utilizar el Spyder de apoyo que también llevaron a la prueba.
Una primera prueba resultó poco esperanzadora, pues tenía un cambio demasiado largo que impedía una aceleración vigorosa.
Los tres eran modelos carrozados por Touring en Milán con estilo Spyder, pintados en blanco con una franja longitudinal roja bordeada en amarillo.
Con su mejor piloto todavía inconsciente, y solo un coche con el que participar, Wifredo anunció la retirada del equipo de esta prueba.
Si bien los registros logrados fueron superiores a los alcanzados por el anterior Z-102, no fueron suficientes para batir al rival británico, probablemente causados por unas malas condiciones meteorológicas.
Iba pintado de color blanco con una línea longitudinal amarilla y el dorsal número 10.
Así pues, los dos mecánicos de Pegaso tuvieron que cambiar los reglajes del motor a contrarreloj.
El piloto del coche, Joaquín Palacio, no realizó un buen comienzo en la carrera: llegó con retraso al lugar, por lo que solo pudo entrenar en un tramo, en sentido inverso y con un Chevrolet.
Todo esto se realizó con Trujillo como patrocinador, ya que Pegaso no podría inscribirse como equipo español por la por entonces ausencia de relaciones diplomáticas entre España y México.
Al esquivarlos, se salió de la carretera, volcando y quemando el coche.