Posteriormente estudió en Salamanca y Valladolid.
En la primera ciudad, se alineó con los teólogos contrarios a las doctrinas de su compañero jesuita Francisco Suárez.
Como teólogo se especializó en cuestiones relacionadas con la Santísima Trinidad.
Se le destinó a ser misionero en las Indias orientales, partiendo en 1586 desde Lisboa junto con otros compañeros.
Llegó a la ciudad portuguesa de Goa, en el Indostán.