Pedro de la Bárcena
Combatió a los franceses en la Guerra de la Independencia como coronel, brigadier y mariscal de campo desde 1808 a 1811, siendo herido en las acciones militares de Geva y Puelo.En 1816 es nombrado Teniente General de los Reales Ejércitos, traslada su residencia a Gijón, con prolongados descansos en Berodia (Cabrales), Volvió a la vida política en el Trienio Constitucional, firmó su adhesión a la Constitución por obediencia, según figura en su expediente personal.Fue trasladado a Madrid, llegando a desempeñar el cargo de inspector general de Milicias, en 1823.Al regresar Fernando VII, De la Bárcena fue rehabilitado como Teniente General, pasando a mandar la 1.ª Brigada de Castilla-La Vieja hasta 1927, en que se apartó del servicio por problemas de salud.Falleció en 1836, declarándose fiel súbdito de la reina niña Isabel II, sin haber participado en las guerras carlistas y sin prácticamente poder hablar durante los dos últimos años de su vida.