Pedro Vallina

El republicanismo federal tenía gran impronta todavía en el campo andaluz por aquellas fechas, y la posición desahogada de la familia Vallina, permitió que sus hijos fuesen educados en las tendencias más progresistas de la época.Juntos, marcharon a Madrid, un año después, donde Vallina se relacionó con los círculos anarquistas y pimargalianos.Este país se convirtió a fines del siglo XIX y principios del XX en un refugio para los revolucionarios de todo el mundo, que a cambio, no conspiraban contra la monarquía británica.Se instaló en Londres y fue asiduo del Círculo Anarquista Judío de la ciudad, entablando relación con figuras como Rudolf Rocker, Errico Malatesta o Piotr Kropotkin.Al poco de comenzar la Primera Guerra Mundial, una amnistía general le permitió volver a España; aunque la continuidad de sus actividades lo condenó al exilio interior en Peñalsordo (Badajoz) en 1919, donde fue muy bien acogido y volvió a ser desterrado allí y a otras localidades de la Siberia extremeña en la II República, y Navarra.Fue enlace en Sevilla del comité revolucionario creado en Madrid para proclamar la Segunda República.Durante este periodo estalló el «Caso Vallina», gran polémica dentro de la CNT.