Ejerció como vicepresidente de Paraguay entre 1912 y 1916 durante el período constitucional del presidente Eduardo Schaerer.
Su niñez transcurrió entre los horrores de la gran guerra, a la que sobrevivió.
Siguió estudios religiosos, los que suspendió para dedicarse a la docencia, fundando un centro educativo, denominado Instituto Paraguayo y que luego, fue incorporado al Colegio Nacional de la Capital.
Como político, participó de la fundación del Partido Liberal, nucleación que llegó a presidir.
Actuó en la judicatura, en diversas funciones y fue presidente del Superior Tribunal de Justicia.