Por falta del cuórum, los constituyentes hicieron concurrir representantes propietarios y suplentes del distrito de Granada, causa por la que este órgano legislador llegó a ser conocido como La Asambleíta.
De esta forma, fue designado el Consejero Pedro Benito Pineda.
[5] Era conocido generalmente como Miguelito y sus contemporáneos le atribuían un distinguido talento e inteligencia.
[7] Sin embargo, Juan Argüello, contando con un poderoso apoyo entre la población de Granada, en su mayoría liberal, logró que sus agentes instigasen a los ciudadanos a iniciar un levantamiento.
No aceptó medios para huir que le fueron propuestos, creyendo que por su pelo y color de mulato era más cercano al pueblo y de esa forma evitaba el odio general.