Pedro de Ardanaz

[1]​[2]​ Es probable que iniciara sus estudios musicales en su ciudad natal con maestros locales, como Agustín Berges y Bernardino de Olóriz, ambos organistas.

La llegada a la dirección de la capilla musical de Toledo se realizaba mediante una exigente oposición, lo cual supondría después una indudable fama.

En el cargo le sucedió Juan Bonet de Paredes.

El prestigio de Ardanaz como compositor debió ser más que notable en su época y el famoso Francisco Valls —compositor y teórico musical barroco— en su trabajo manuscrito Mapa Armónico Universal propone a Ardanaz como ejemplo del buen hacer, incluyendo un fragmento de su villancico Aguas suspended.

Todas estas composiciones también entraban dentro de las obligaciones del maestro de capilla, pues eran obras musicales destinadas a las grandes solemnidades litúrgicas y acontecimientos extraordinarios en la Catedral.