Pedagogía hospitalaria

Fase de admisión: El niño, ya desde el diagnóstico previo, suele sentir inquietud, inseguridad y ansiedad.

Por tanto será necesario contar con un programa que ayude a reducir la ansiedad del niño o de los padres.

Por lo que puede influir en la recuperación del enfermo el establecimiento de un ambiente similar al medio familiar, que junto a la presencia de los padres producirá en el niño enfermo seguridad y confianza.

Para todo esto es necesario la presencia de un equipo multiprofesional que diseñe un programa dirigido al niño y otro a la familia.

Los profesionales tienen que desarrollar nuevas destrezas para enfrentarse a la resolución de problemas en un medio especialmente complejo, utilizando metodologías donde los niños puedan desarrollar su área psicomotora fina y gruesa e ir creciendo día con día que ellos puedan sentirse en otro mundo, experimentar, vivencia y sobre todo sentirse plenamente libres y capaces de realizar cualquier actividad aunque sus capacidades no lo permitan.

La familia y el propio niño deben tener una participación activa en los programas de tratamiento.

La educación de estos niños es una labor compartida por la familia, el equipo docente y el personal sanitario.

Por ello, es fundamental que se establezca una coordinación estrecha y una comunicación fluida entre estos tres agentes en lo que respecta a la planificación y a la implementación del programa terapéutico.

Cuanto más pronto se incorpore el niño enfermo a la escuela, antes recobrará su equilibrio y autoestima perdidos como consecuencia del trauma emocional producido por la enfermedad.

Para 1948 se sustenta la creación de planteles y secciones especiales para atender a niños física o mentalmente deficientes, inadaptados o en situación social irregular, visión que se mantiene en el Estatuto Provisional de Educación hasta 1949.

Estos docentes no poseen formación curricular formal dentro del pensum de estudios, tanto en las instituciones públicas como privadas.

En el año 2011 el Instituto Universitario AVEPANE incluye en su pensum de estudios la asignatura “Pedagogía Hospitalaria”.

Con la llegada del doctor Felipe Coiffman en 1957 como cirujano plástico se organizaron 12 camas para la atención del niño quemado en el Pabellón Margarita y 6 camas más en el Pabellón Sefaradita para cirugía plástica.

María Cristina Arango Vega, esposa del presidente Misael Pastrana Borrero le ayudó con el nombramiento de María Luisa Tovar como profesora en jornada especial en 1972, ella duró en el cargo 5 años.

Luego llegó la profesora Ana Lucía Rojas quien sólo permaneció por espacio de 3 meses, pues la traumatizó el trabajo con los niños quemados, aunque paradójicamente ella manifestaba que le gustaba el olor de estos niños…, pero definitivamente no pudo continuar.

Para reemplazarla, el Dr. Sastoque acudió a la ayuda del presidente Misael Pastrana y logró que se nombrara en el cargo a la profesora María Nubia Velásquez, quien ingresó al servicio el 1° enero de 1979 y se desempeñó como docente a cargo del Aula hasta el 30 de agosto del año 2000.

Finalmente el Dr. Sastoque se retiró de la Misericordia en el año 1993, pero el nuevo director del servicio decidió no continuar este proyecto que alcanzó a durar 25 años y 11 meses funcionando.

Bogotá no ha sido la única ciudad en implementar Aulas Hospitalarias, en la actualidad existen proyectos y programas similares en las ciudades de Medellín, Cali, Manizales, San Juan de Pasto, Bucaramanga, entre otras y en el departamento del Valle del Cauca.

El ingreso por motivos sanitarios de niños y niñas en edad escolar ocasiona la interrupción del ritmo de su escolarización y además influye en el desarrollo emocional, mostrando afectación en relaciones sociales y afectivas El marco europeo en el que se encuadra la Pedagogía Hospitalaria, la encontramos en la Carta Europea de los Derechos del Niño Hospitalizado, aprobada por el Parlamento Europeo en 1986 en el que se reconoce “el derecho de todo niño a proseguir su formación escolar durante su permanencia en el hospital” y en la Asociación Europea de Pedagogos Hospitalarios (HOPE) con sede en Bruselas.

Los objetivos[10]​ generales que se persiguen son: La metodología empleada dentro de las aulas hospitalarias se puede dividir, teniendo en cuenta los recursos espaciales en: asistencia al aula por parte del alumno, siempre que se garanticen las condiciones físicas para desplazarse hasta ella del alumno; o, si esto no fuera posible, en su propia habitación.

300pxGráfico en el que se representan las características del docente que labora en contextos hospitalario en Venezuela