[2] Según Marko Šuica, no hay información sobre Pavle Orlović en fuentes históricas.
De los charcos de sangre ella arrastra su cuerpo Y lo lava con el agua refrescante, Vino tinto le da sacramentalmente, Y entonces le ofrece su pan blanco al héroe.
Cuando al fin revive el corazón del guerrero, Así habla Pavle Orlovic, el héroe: "Oh querida hermana, Doncella de Kosovo, ¿Qué gran necesidad te obliga a vagar, tan joven, entre los héroes heridos?
Le respondió la Doncella de Kosovo: "¡Oh querido hermano!¡Oh, tú guerrero desconocido!
Ahora, querida doncella, debo ir a combatir Allí donde acampa el noble ejército del Príncipe; Reza a Dios por mí, querida doncella, mi hermana, Que pueda volver de nuevo con seguridad.
Ahora, querida doncella, debo ir a combatir Allí donde acampa el noble ejército del Príncipe; Reza a Dios por mí, querida doncella, mi hermana, Que pueda volver de nuevo con seguridad.
Ahora regresa a tu hermoso castillo blanco Para que no se salpiquen tus faldas y mangas con la sangre".
De su garganta blanca brotan sus lamentaciones: "Ay de mí, qué aciago destino llevo en mi interior, Solo he tocado el árbol joven y tierno Y el hermoso pino verde se ha marchitado.
El historiador serbio Jovan Mišković recopiló narraciones populares en Teočin, en las que Orlović partía hacia Kosovo con sus 77 amigos para no regresar (1933).