Está considerado un heredero del legado de compositores como Cartola, Candeia y Nelson Cavaquinho.
Hijo del gran guitarrista Cesar Faria, Paulinho creció en un ambiente musical por naturaleza.
En los ensayos del conjunto, Paulinho conoció a Jacob do Bandolim y Pixinguinha, entre muchos otros músicos que se reunían para tocar choro o cantar valsas y sambas de diferentes épocas.
En los 90, entró en una nueva fase, en la que la prensa y los críticos empezaron a verlo como un músico más sofisticado y maduro, aun sin perder su popularidad, como lo demuestran uno de sus más importantes trabajos, el álbum Bebadosamba y el espectáculo homónimo.
El trabajo de Paulinho hoy es visto como un lazo entre diversas tradiciones populares, como el samba, el carnaval y el choro, a lo que habría que añadir sus incursiones en la composición de temas para guitarra y piezas de vanguardia.