Continúa trabajando junto a Julia Gutiérrez Caba en Crimen contra el reloj, en el Teatro Infanta Isabel de Madrid.
Otros montajes posteriores incluyen Ardele o la Margarita (1964), de Jean Anouilh, Milagro en Londres (1972), No te pases de la raya, cariño (1975), Sólo el amor y la luna traen fortuna (1968) y Olor a corazones (1971), de Manuel Pombo Angulo.
Fue ella la primera en dar vida a un personaje aparentemente ingenuo pero con carácter, que luego recrearían en cine o televisión actrices como Elsa Pataky o Victoria Vera.
Su paso por televisión se inicia en 1961, con la serie Chicas en la ciudad (1961-1962), de Jaime de Armiñán, en la que comparte plató con Amparo Baró, Alicia Hermida y Elena María Tejeiro.
En la década de 1980 se dedica plenamente al teatro, con montajes como Homenaje (1980), La chica del asiento de atrás (1983), La segunda oportunidad (1985) y Pato a la naranja (1986), todas ellas con Arturo Fernández.