Patty Halliwell es la madre de Prue, Piper, Phoebe y Paige en la serie.
Cuando tenía nueve años, Patty inventaba hechizos para contrarrestar los que su madre lanzaba.
Fue por este tiempo que Patty y su guía blanco, Sam Wilder, comenzaron a verse de manera romántica.
Irritado por el constante involucramiento de Sam en sus vidas y la magia en general, Victor abandono a su familia frustrado por algunos meses.
Patty se convirtió en un espíritu después de su muerte y le ha sido permitido tomar forma corpórea ocasionalmente entre los vivos.