Desde el 2005, el patriarca greco-ortodoxo de Jerusalén ha sido Teófilo III.
La línea de sucesión del patriarcado se remonta a los primeros obispos cristianos de Jerusalén, el primero fue Santiago el Justo en el siglo I.
Con referencia a la importancia de Jerusalén en la Cristiandad, la Catholic Encyclopedia indica:
Sin embargo, la política bizantina hizo que Jerusalén pasara de la jurisdicción del patriarcado de Antioquía a las autoridades griegas en Constantinopla.
A causa de la Primera Cruzada en 1099, se creó el patriarcado latino de Jerusalén y los patriarcas ortodoxos griegos se exiliaron en Constantinopla hasta 1187, cuando el patriarca latino fue obligado a huir de la región y se convirtió en un patriarca titular, residiendo en Roma hasta tiempos modernos.