Patriarcado de Antioquía

El patriarca de Antioquía, al igual que el papa de Roma, se considera sucesor del apóstol Pedro, quien según la tradición vivió en Antioquía y lideró la comunidad cristiana local.

La ciudad tenía una gran población de origen judío en un barrio llamado Kerateion, por lo que atrajo a los primeros misioneros.

[3]​ Y fue también en esta ciudad donde los seguidores de Jesús de Nazaret pasaron a ser llamados "cristianos": Pedro fue el primer obispo de Antioquía entre 45-53 (según la tradición calcedoniana) o 37-67 (según la tradición no calcedoniana) y cuando partió hacia Roma, según la tradición, lo sucedió Evodio (o Eudoio), quien a su vez fue sucedido por Ignacio de Antioquía, célebre por las cartas que escribió a diversas Iglesias mientras era llevado preso a Roma para ser ejecutado.

La autoridad espiritual del obispo de Antioquía era aceptada en las provincias que recibieron sus misioneros, como Cilicia, Mesopotamia, Siria, Palestina y Chipre.

Además aprobó en ese mismo canon 6 la tradición según la cual los obispos de Roma, Alejandría y Antioquía tenían cierta autoridad sobre más de una provincia, mencionando que Antioquía la tenía sobre "otras provincias" que no fueron especificadas.

En 361 a raíz de las controversias arrianas se produjo el cisma meleciano que dividió la Iglesia antioquena en 4 partidos hasta 417.

Sus sucesores comenzaron a ser conocidos informalmente como catolicós del Oriente circa 315.

La jurisdicción de Antioquía se vio reducida así a las provincias romanas de: Fenicia Marítima (Tiro), Siria I (Antioquía), Cilicia I (Tarso), Arabia (Bostra), Isauria (Seleucia), Fenicia Libanesa (Damasco), Eufratensis (Hierápolis), Siria II (Apamea), Osroena (Edesa), Mesopotamia (Amida) y Cilicia II (Anazarba) y a parte de la Armenia romana.

La sociedad cristiana del Oriente Próximo se vio profundamente dividida, los que aceptaron el concilio de Calcedonia eran principalmente grecoparlantes de las ciudades y fueron llamados melquitas (imperiales en siríaco) por los anticalcedonianos.

Estos últimos eran predominantemente de habla siríaca, copta o armenia y dieron origen a las Iglesias monofisitas.

La ciudad fue de nuevo destruida y su población fue deportada a Veh Antioch Khosrow en Mesopotamia.

[16]​ En 608 comenzó un guerra civil en el Imperio romano y una rebelión en Siria llevó al asesinato del patriarca Anastasio II por judíos que estaban bajo amenaza de conversión forzada al cristianismo.

La situación fue aprovechada por Cosroes II, que en el contexto de la guerra bizantino-sasánida (602-628) invadió el territorio romano en alianza con judíos y venció al emperador Heraclio en la Batalla de Antioquía en 613, capturando la ciudad.

En 636 los árabes musulmanes expulsaron a los bizantinos de Siria, conquistaron Antioquía en 637 e introdujeron el islam y la lengua árabe, además, la ciudad sufrió varios desastres naturales, incluidos grandes terremotos durante los siglos IV y VI.

Desde 609 Constantinopla designó patriarcas titulares de Antioquía que residían en esa ciudad, por lo que en 685 los maronitas del Líbano comenzaron a nombrar sus propios patriarcas de Antioquía dando lugar a la Iglesia maronita.

El patriarca Pacomio I trasladó la sede patriarcal a Damasco en fecha no precisada entre 1375 y 1386.

La gruta de San Pedro en Antioquía.
Mapa que muestra las provincias del patriarcado de Antioquía (en verde) dentro del Imperio romano de Oriente
Mosaico que reproduce el Palacio Imperial y la catedral de Antioquía ( Domus Aurea ).