Su distribución continúa en la cordillera de los Andes, pasando por Perú y Ecuador llegando hasta Colombia.
También se encuentra presente en las islas Georgias del Sur.
El nido es una depresión en el suelo, cercano a la ribera, forrado con plumas pequeñas y con pasto cercano para tapar los huevos durante la ausencia de la hembra.
[3] La incubación tarda veintiséis días y es llevada a cabo por la hembra.
Una vez nacidos los pichones, el padre se mantiene con la familia.