Describió el filtrado como un “líquido vivo contagioso” llamándolo factor ultramicroscópico infeccioso, supuso que contenía alguna especie de virus (del latín “veneno”), término que se usaba con frecuencia para describir a distintos microorganismos infecciosos.
Cabe destacar que el agente patógeno completo puede ser llamado virus en plural y virión para una sola partícula.
Actualmente queda superado el debate que consideraba a los patógenos virales como vivos.
Además los virus cuando ingresan a la célula se desintegran totalmente, y se dividen en ácidos nucleicos y proteínas que comenzaran a ser pasados por el proceso de sintetización molecular del huésped (replicación).
Una excepción a esto podrían ser los bacteriófagos de cola, que inyectan sus ácidos nucleicos y proteínas con su cola a través de la membrana celular para que estos se han sintetizado por el huésped.
Los virus se multiplican y evolucionan solamente en las células, sin ellas son materia orgánica inanimada.
[1] También, los patógenos transfieren genes entre células, por lo que son un medio de transferencia genética horizontal, los patógenos, junto con los plásmidos y transposones, son los únicos medios de transferencia genética horizontal.
Por ello muchos científicos prefieren comparar mejor a los patógenos con los elementos genéticos móviles que con las células.
Por lo tanto, existen pocas dudas de que los patógenos son elementos genéticos móviles.