Pastor Fernández

Su hermano Freddy, también jugó para la selección de Costa Rica.

Se convirtió en un héroe deportivo nacional durante la clasificación para el Mundial de 1990, cuando cabeceó el gol de la victoria contra El Salvador; esa victoria calificó a Costa Rica para su Copa Mundial inaugural.

[1]​ No fue elegido por el técnico Bora Milutinović para ir con el equipo a Italia 1990, una decisión que tomó muy mal, sintiéndose poco apreciado por la Asociación de Fútbol.

En protesta, abandonó el deporte después de dos años en Alajuelense y uno en San Carlos y desapareció de la escena del fútbol.

[2]​ Este contraste resaltó su decisión como impetuosa, y aunque muchos costarricenses recuerdan su nombre y aprecian su objetivo, pocos pueden mencionar sus otros logros.