Tras unos años en Montpellier volvió otra temporada a Barcelona, concretamente al barrio de Gracia de Barcelona donde entró en contacto con una cierta bohemia, representada principalmente por el poeta Enric Casasses, con quien continúa colaborando, o el dibujante Max.
Sus obras son a menudo muy cortas, de 2 o 3 minutos, y casi siempre instrumentales.
De él se ha llegado a decir que es un rocker ultra minimalista o un clásico post moderno.
Ha versionado también varios himnos revolucionarios, como A las barricadas, Hijos del pueblo, Pozo Mª Luísa o La bella Ciao.
Para mucha gente, Pascal Comelade es "aquel músico loco que toca con instrumentos de juguete".
En la mayor habría discos de larga duración tipo El Cabaret Galàctic o Cent Regards.
Aparte, tiene varias bandas sonoras de películas, como André le Magnific o La Isla del Holandés, música para danza contemporánea, como Zumzum-Ka, y directos como Live in Lisbon and Barcelona ninetynine.
En Cataluña ha colaborado (en discos y conciertos) con Victor Nubla ("Macromassa"), Toti Soler, Pau Riba, La Companya Eléctrica Dharma, Ricardo Solfa, Biel Mesquida, la Cobla Sant Jordi, Miquel Gil, Jordi Batiste, Albert Plà, Cabo San Roque, L'Escolania de Montserrat, Lluis Llach, Gerard Quintana, Dolo Beltrán, Amaral, Martirio, Ana Torroja, Kiko Veneno...
También ha colaborado con artistas como Robert Combas, Hervé di Rosa, Max, Willem, Frederic Amat, Zush, Carlos Pazos, Les Krims, Patrick Loste, Ceesepe, Perejaume...