Parto

Se considera que una mujer inicia el parto con la aparición de contracciones uterinas regulares, que aumentan en intensidad y frecuencia, acompañadas de cambios fisiológicos en el cuello uterino.Estas elevadísimas tasas de mortalidad persisten en los partos naturales sin ninguna asistencia médica que siguen sucediendo en numerosos países debido a la falta de acceso a los recursos sanitarios o por razones ideológicas.En la litotomía existe más probabilidad de descensos lentos, expulsivos prolongados, sufrimiento fetal y desgarros perineales maternos.Idealmente, el entorno de la madre en el momento del parto debería ser de tranquilidad, sin prisas, intimidad y confianza: luz suave, pocas personas y pertenecientes a su entorno íntimo, una posición cómoda elegida por ella, tal vez música o flores o aromas si a ella le gustan.[7]​ Cerca del 20 % de los partos en países desarrollados como los Estados Unidos, se realizan quirúrgicamente mediante una operación abdominal llamada cesárea.A menudo resulta conflictivo, en especial durante los días finales del embarazo, decidir si se ha comenzado el trabajo de parto o la aparición de ciertos signos es una falsa alarma, en especial si se sienten contracciones que no aumenten en intensidad y frecuencia.[11]​ Es importante realizar un correcto diagnóstico del inicio de la fase activa del parto, ya que un error en el mismo puede conducir a una serie de intervenciones en el parto que no son necesarias.En el período expulsivo o segundo período distinguimos dos fases: la fase temprana no expulsiva, en la que la dilatación es completa, y no existe deseo de pujar ya que la presentación fetal no ha descendido y la fase avanzada expulsiva, en la que al llegar la parte fetal al suelo de la pelvis, se produce deseo de pujo materno.Comienza en la expulsión de la placenta, el cordón umbilical y las membranas;[13]​ esto lleva entre 5 a 30 minutos.Las contracciones uterinas continúan durante el descenso de la placenta, las cuales ayudan a comprimir los vasos terminales del miometrio que pierden su utilidad después del parto, proceso que se conoce en obstetricia como las ligaduras vivas de Pinard.Se distinguen ocho posiciones en la presentación de vértice: I. Occípito ilíaca izquierda anterior (OIIA) en que la fontanela posterior se ubica hacia delante en relación con la pelvis materna y además a la izquierda de la madre.Los amnios y el corion producen fosfolípidos que son metabolizados en ácido araquidónico, del cual se sintetizan los eicosanoides prostaglandina I (PGI) y F (PGF), los cuales aumentan durante el parto humano.En total, los cambios bioquímicos que anteceden al trabajo de parto tienen como finalidad liberar al miometrio de los elementos inhibitorios presentes durante el embarazo, como la progesterona, prostaciclinas, relaxina, lactógeno placentario humano y el óxido nítrico.Un porcentaje del 10 % de episiotomías sin que se produzcan lesiones en la madre o el bebé sería un buen objetivo a alcanzar.Existen varios estudios con buena calidad metodológica en los que se demuestra su efectividad analgésica.La pareja puede proporcionar apoyo físico y emocional: ayudando a la mujer a que comprenda cómo progresa el parto, apoyarla en las contracciones, las respiraciones adecuadas, etc.[25]​ Un estudio español demostró cierto alejamiento de los hombres con respecto al proceso de embarazo, parto y posparto y que la vivencia del padre en el proceso de nacimiento es corporalmente mediado, que los desplaza a un segundo plano e imposibilita participar en ciertas actividades y vivencias.Con ello se consigue la anestesia de toda la parte inferior del cuerpo ( abdomen, pelvis y piernas).Consiste en la administración de un analgésico (comúnmente lidocaína) mediante una inyección intramuscular o subcutánea en la zona del periné.La no progresión del parto puede deberse a contracciones uterinas muy débiles o irregulares que no producen la dilatación cervical y se trata generalmente con oxitocina sintética intravenosa o con prostaglandina en gel tópico cervical.Para ello se monitoriza a la madre con una tococardiografía fetal la cual establece cierta relación de dos variables que son, la frecuencia cardíaca fetal y la frecuencia e intensidad de las contracciones uterinas.Tanto la no progresión del parto como el sufrimiento fetal se tratan acortando el período de dilatación, ya sea mediante fórceps, vacuum extractor o practicando una cesárea de emergencia.Actualmente, en la mayoría de los países, el parto tiene lugar en instalaciones médicas que facilitan la asistencia a la madre y al hijo si surgen complicaciones.El equipo consta de obstetra, matrona, y puede ser asistido si es necesario por pediatra, anestesista, etc.Sin embargo, desde las últimas décadas del siglo XX, el padre cada vez tiene una presencia más activa.Aunque la discusión de este fenómeno se encontraba ausente en la literatura médica y científica, algunos grupos feministas se han interesado en recopilar información sobre féminas que experimentan orgasmos durante el parto.[28]​[29]​ Existen eventos similares durante un orgasmo y el dar a luz, ambos implican contracciones involuntarias de muchos músculos comunes.[30]​[31]​ En la literatura médica y científica, las únicas asociaciones entre el orgasmo y el dar a luz se fundamentan en la manera en la que las nuevas madres experimentan sus orgasmos después del parto en comparación con sus experiencias antes de su primer parto.
Madre y recién nacido posparto
Recién nacido vivo femenino alumbrado a término, justo antes de cortar el cordón umbilical, durante un parto simple
Parto natural de costado
Recién nacido mostrado a su madre después de un parto por cesárea
Etapas del parto
Corte del cordón umbilical antes de expulsar la placenta
Occípito ilíaca derecha anterior OIDA
Occípito púbica OP
Occipito ilíaca izquierda anterior OIIA
Occipito ilíaca derecha transversa OIDT
Occípito ilíaca izquierda transversa OIIT
Occípito ilíaca derecha posterior OIDP
Occípito sacra OS
Occípito ilíaca izquierda posterior OIIP
Parto por cesárea. Autor: Bruce Blaus.
Aspecto de la placenta, vista por ambos lados