Iglesia parroquial de Nuestra Señora del Rosario (Queniquea)

Lo cierto es que para 1816 vuelve el Padre Mora a Queniquea y se encuentra con desavenencias entre sus pobladores, unos quieren al Padre Mora como sacerdote, mientras que otros piensan en un cura de raíces queniqueas para la fundación del pueblo, entre los que representan este nuevo proyecto aparece Don Venancio Escalante, Enrique Roa, Antonio María Contreras, José María Morales y Manuel Sánchez.El padre Mora había restaurado el Monasterio del Río Bobo en 1806, pero los queniqueos que tenían mayoría de votos, pidieron que se trasladará a Queniquea la iglesia del Río Bobo y para ello ofrecen donar nueve cuadras de tierra para la nueva iglesia.Esta solicitud es dirigida al obispo por intermedio del vicario Fernando José García.Al referirse a La Grita dice, que es lo más despoblado del Obispado, pues en su vasto territorio solo tiene una parroquia y tres pueblos que fueron de indios y en el día eran de blancos.Los vecinos de Queniquea, representados por Venancio Escalante, Enrique Roa, Antonio María Contreras, José María Morales y Manuel Sánchez, solicitan ese mismo año al Obispo que reconsidere su decisión.Prometían pagar la Congrua del Cura y solicitaban les nombrases Párroco a Pablo Antonio Morales, clérigo tonsurado que se hallaba cursando estudios en el Seminario de Mérida.Pero no todos apoyaban la solicitud de Queniquea, los vecinos de Río Bobo eran opuestos, que veían perder su preeminencia, y los Señores Juan Andrés Roa y la Viuda Doña Luz Márquez, por otras causas.Después el Padre García, acompañado de todos los vecinos, tomó la posesión de las nueve cuadras de tierra y se alinderaron con sus mojones, se delineó el cuadro para formar la plaza y en el sitio donde se iba a construir la Iglesia, en el punto donde iba el Altar Mayor, clavó una Cruz.Después hubo fiesta alegre en aquella verdeante Meseta, custodiada de altos Cerros.Alegaban que la Población iba progresando, pues ya tenían setecientas almas según el censo de 1844.Firman la solicitud los jueces de Paz Juan Andrés Escalante, José Antonio Carrero, Juan de la Cruz Zambrano, Alejandro Sánchez, Agapito Mora, Lucas Moreno, José Antonio Roa y varios otros, pero no lograron nada.El obispo debió conmoverse con tanta insistencia, porque, quince días después envía estas solicitudes al vicario de La Grita para su informe.De acuerdo con la Ley del patronato, sigue después la tramitación ante las autoridades civiles.
Nuestra Señora del Rosario, Patrona de Queniquea
Vista interna hacia el Altar del Templo.