Su objetivo principal es determinar con mayor precisión el papel que jugaron los animales del Pleistoceno en el mantenimiento de su propio ecosistema.
El proyecto consiste en liberar grandes herbívoros (como alces, búfalos o bisontes) para mejorar su efecto sobre el ecosistema actual y retornar a un ecosistema preponderante en pastos, denominado «La Estepa Mamut»,[1] con el objetivo de recuperar lo que se perdió con los asentamientos humanos.
[2] Durante la última Edad de Hielo, el paisaje de la tundra estaba dominado por llanuras y valles en donde habitaban mamuts, rinocerontes lanudos, bisontes, caballos, renos, yaks, alces, leones y lobos.
Para comprobar lo anterior, un equipo de investigación ha trabajado en reconstruir el ecosistema del mamut en Yakutia, Siberia.
El segundo paso trata en aumentar la densidad de herbívoros para observar una mayor influencia del suelo.