Comprende inmuebles ubicados en los departamentos Tafí del Valle, Chicligasta, Juan Bautista Alberdi, Río Chico y Monteros.
[2] El clima del parque es subtropical serrano, con notables variaciones debido a la altura.
La idea de establecer un área protegida en la sierra del Aconquija fue originalmente pensada por el naturalista y profesor tucumano Miguel Lillo (1862-1931) en 1914, quien creó en 1933 la Fundación Miguel Lillo.
Estos árboles de gran porte suelen estar prácticamente cubiertos de epífitas como algunas orquídeas y los claveles del aire común (Tillandsia pulchella) y gigante (Tillandsia maxima), entre otras.
[12] La fauna del parque está representada por guanacos (Lama guanicoe), lobitos de río (Lontra longicaudis), el gato andino (Leopardus jacobitus), la amenazada ranita montana (Telmatobius ceiorum) y el ocelote (Leopardus pardalis), entre otros.
[13] El parque, debido a su especial conformación que abarca varios ambientes fitogeográficos, se destaca por su riqueza ornitológica, que lo incluye dentro de las áreas importantes para la conservación de las aves en Argentina.
[16] El parque posee importantes sitios arqueológicos, como las ruinas conocidas como Ciudacita o Pueblo Viejo, recintos ceremoniales y otras construcciones que se estiman como algunas de las más meridionales del imperio inca.