Fue casa de los Diablos Rojos del México y los Tigres Capitalinos desde 1955 hasta su cierre en el año 2000.
En 1999 se anunció que el Instituto Mexicano del Seguro Social vendería el estadio, Alfredo Harp Helú y Carlos Peralta, dueños de Diablos y Tigres respectivamente, no lograron consolidar la compra ofreciendo 90 millones de pesos.
El estadio fue vendido a la empresa Autocamiones Central, distribuidor autorizado de Ford, por 169 millones 69 mil 862.5 pesos y posteriormente a Grupo Gigante, quienes junto con otras empresas, construyeron un centro comercial llamado "Parque Delta", en alusión al histórico estadio que se encontraba ahí antes del Parque del Seguro.
La ambientación de algunos restaurantes sigue siendo con temática relacionada al béisbol que se jugó en esos terrenos.
[2] Para la temporada 2000, se les dio permiso a ambos equipos para que iniciaran su temporada en este estadio mientras se acondicionaba el Foro Sol para que sustituyera al Parque del Seguro como la nueva casa del béisbol capitalino.