Finca Experimental «La Hoya»

Durante las décadas de 1950 y 1960 se descubrieron nuevas variedades de maíces y cebada híbridos que daban una producción superior a la estándar, se realizaron pruebas con hongos parásitos de gramíneas con propiedades terapéuticas para el ganado, así como se produjeron uvas resistentes a virus y la primera variedad nacional sin pepitas en 1958, además de los primeros cultivos hidropónicos que serán fundamentales en la economía almeriense.

[2]​ En 1971, tras el bajo rendimiento que venía presentando el centro, el biólogo José Antonio Valverde y el naturalista Antonio Cano Gea, así como el director del Instituto, Manuel Mendizábal,[3]​ preocupados por la situación de las especies en peligro de extinción en la colonia del Sáhara Español, decide reconvertir el terreno para trasladar ejemplares con objeto de evitar su extinción y albergarlos en la finca para su procreación.

[2]​ Los primeros ejemplares de gacela dama y gacela dorca llegarían el 14 de enero de 1971 y los primeros años la Institución pasaría tiempos difíciles para su mantenimiento debido al espacio y a los medios económicos.

[3]​ La meta de los Programas en curso es alcanzar un aumento un tamaño de población y variedad genética que garantice su viabilidad futura y permita desarrollar su reintroducción en su hábitat natural.

[8]​ Debido a la pandemia del Covid estas visitas quedaron anuladas y muy restringidas posteriormente, así que, desde comienzos del año 2021, disponen de un tour virtual interactivo que permite a los visitantes aprender sobre la finca y observar las diferentes especies de ungulados norteafricanos en peligro de extinción que la pueblan, todo sin perturbar a los animales ni su equilibrio ecológico.

La gacela dorca es una de las especies protegidas en la Finca Experimental y cuyo objetivo es su reintroducción en el norte de África .
Vista de la Finca Experimental «La Hoya» junto a la Alcazaba y la Muralla de Jairán .