En el siglo XIX, Evaristo Arnús, un banquero, financiero, inversor, filántropo y mecenas destacado, con un papel relevante en la Exposición Universal de Barcelona de 1888, adquirió por pública subasta 8 ha del antiguo Mas Solei.
El pueblo de Badalona era invitado a entrar en los jardines en ocasiones especiales para participar en fiestas populares, conciertos o representaciones teatrales.
Uno de los grandes retos del Ayuntamiento fue comunicar definitivamente Can Solei y Ca l'Arnús.
Elementos que se han intentado recuperar en las últimas actuaciones de mejora del parque.
[4] Los jardines crean un espacio con un ambiente sombrío, íntimo y protector, que envuelve al paseante.
Hoy es una gran plaza del parque, que acoge actividades lúdicas y de ocio.
La vegetación que destaca más de esta zona son los pinos piñoneros, también hay algunos robles aislados, encinas, almeces y algún eucalipto.
La casa es de estilo neoclásico, es cuadrangular, con planta baja, piso y buhardilla.
En los laterales hay galerías con arcadas y una azotea, orientada a montaña, en la parte trasera.
Está forrada en madera por la parte exterior,[6] y originalmente estaba junto al antiguo Teatro Lírico de Barcelona, fundado también por Arnús, situado en el paseo de Gràcia, en las calles Provença, Pau Claris y Mallorca.
Tras el derribo del teatro, Emilio Arnús decidió trasladarlo a sus jardines de Badalona.
Ha sido restaurado en los últimos años[4] Inmediato a este espacio existe una plaza más abierta, con una glorieta como elemento central.
Es el camino central que conecta las distintas partes del jardín de Ca l'Arnús.
Pasada la balsa, a mano izquierda, se encuentra la torre del Agua.
Alimentado antiguamente por una mina, hoy perdida, su forma recuerda a un ocho achatado, siendo dos manzanas los huecos.