El padre de Paolo Giovio era un notario que murió en torno al año 1500.
Paolo contaba con un hermano mayor, Benedetto Giovio, historiador y humanista, quién cuidó de su formación.
Ejerció como médico en Como, pero empezó muy pronto a viajar por Italia y Europa.
En 1517 fue nombrado médico del cardenal Giulio de Medici, futuro Papa Clemente VII.
Interesado en la zoología, publicó además un tratado sobre los venenos y De Romanis piscibus (Roma, 1524).