El panteón de la familia Azas fue un monumento funerario ubicado en el cementerio de San Nicolás, en Madrid.
[2] El testamentario de la mujer, José de Subercasse, eligió, entre varios proyectos, el presentado por Domingo de Inza, arquitecto de la Academia de San Fernando, confiando a este la dirección de la obra, y a Eugenio Duque la ejecución escultural y la contrata económica.
[2] El panteón consistía en una reducida capilla, que contenía en su interior las urnas de los finados, sostenidas y entregadas a los muros por cuatro leones cada una, en actitud de excavar la tierra para depositar el peso que sostenían.
[2] Martínez de Velasco destaca una «severidad clásica» en el monumento, y que Inza habría «sabido apartarse del uso vulgar, y prescindir por completo de florida hojarasca y figuras alegóricas, para darle a la obra aspecto monumental y carácter de seriedad y tristeza».
[2] La construcción del panteón, fabricado en piedra y mármol de Italia, no habría sido muy onerosa.