Los cuatro kilómetros de distancia en línea recta que le separan del mar, lo hacen el segundo más cercano al mar de toda España.
[1] El primero es embalse de Urbieta, en Vizcaya, que se encuentra apenas a 200 m del mar Cantábrico.
Se construyó en el año 1957 a lo largo del cauce del río Amadorio sobre una superficie de 103 hectáreas y con una capacidad máxima de 15,8 hm³.
Este pantano pertenece a la Confederación Hidrográfica del Júcar y sus aguas se destinan al riego y al abastecimiento, a través del Consorcio de la Marina Baja, de las ciudades de Benidorm y Villajoyosa.
La mayoría de su contorno es accesible[2] y cuenta con pocos lugares abruptos.