[1] La noche del 19 al 20 de octubre se formó un impresionante complejo convectivo de mesoescala que permaneció prácticamente estático sobre el levante, provocando un auténtico diluvio que se prolongó a lo largo del día siguiente.
En ciudades como Carcagente y Alcira se superaron los cuatro metros: el agua llegaba al primer piso de altura en algunos barrios y la población tuvo que refugiarse en las montañas próximas.
[1] También llovió intensamente en la vecina Región de Murcia y el río Segura se desbordó en la capital,[10] crecida que acabó afectando a la Vega Baja en Alicante.
Las comarcas de la Ribera Alta y Baja fueron socorridas por el ejército, que mandó cientos de efectivos para ayudar a la población a limpiar e intentar recuperar las diferentes poblaciones.
Las principales tareas aparte de la limpieza fueron encaminadas a restablecer el agua corriente y la luz eléctrica con la mayor rapidez.