[6] En abril se sucedieron numerosas acciones políticas en respuesta a la crisis.
[7] Entonces, tras ser aprobada por primera vez la denominada “cláusula general de salvaguarda” prevista para escenarios de graves crisis generalizadas que afecten a la eurozona, la Comisión pudo levantar los límites que fijaba el pacto de estabilidad y crecimiento.
A dicha flexibilización se añadieron también los cambios en la autorización de ayudas públicas, ya que la normativa permitió otorgar hasta 800.000 euros por compañía en forma de subvención directa o ventajas fiscales.
Este impulso se integró con varias acciones institucionales de las semanas anteriores, y sirvió de base al plan recuperación económica (Next Generation EU) presentado por Von der Leyen la semana siguiente.
[11] Hasta entonces, Merkel —quien ocho años antes, en el punto más álgido de la crisis del euro, aseguró que no habría eurobonos «mientras yo viva»[12]— se había opuesto a la propuesta de Macron para crear un fondo que obligaría a los 27 a aumentar la deuda de forma conjunta.
[13] En el plano internacional, durante el mes de mayo la Comisión lanzó la "Respuesta mundial al coronavirus", una acción que perseguía el «acceso universal a vacunas, tratamientos y tests de coronavirus asequibles».
[16] Las autoridades cerraron una escuela secundaria vinculada al caso como medida de precaución.
El Estado no nos nombre a la escuela involucrada, pero, poco después, el editor político del examinador Irlandés, Daniel McConnell, tuiteó una copia de la carta que había enviado a los padres informándoles que cerraría.
[22] El 14 de abril, el Ministro de Salud, Simon Harris, dijo que se habían enviado entre 25 000 y 30 000 pruebas a Alemania y que se había devuelto la mitad de los resultados, y el resto debía ser devuelto para la próxima semana.
Una hoja de ruta para aliviar las restricciones en Irlanda que incluye cinco etapas fue adoptada por el gobierno y posteriormente publicada en línea.
[23] El 15 de mayo, el director médico Tony Holohan anunció que siete niños habían sido identificados con vínculos con el síndrome inflamatorio multisistema pediátrico, una nueva enfermedad asociada temporalmente con COVID-19.